Reflexion universal

Posted in Uncategorized on noviembre 7, 2011 by perdidoparasiempre

El entorno tiene sus reglas; hay una reacción para cada acción y el ser vivo que lo habita va incorporando éstas reglas para adaptarse a su medio. Su evolución está definida por la cantidad de reglas que incorpora, y a mayor conciencia sobre su entorno, mayores son las posibilidades de sobre-vivir (ó super-vivir) utilizando el entorno mismo a su favor.

Una planta, por ejemplo, «sabe» que donde haya humedad habrá posibilidad de absorber nutrientes, y que ésta acción es vital para mantenerse viva. Su subsistencia dentro del entorno está fundamentalmente basada en ésta (y otras) reglas que ha incorporado, y mientras se cumplan, existirá la vida para ella y su clase.

Ahora bien, las plantas nunca se enteran si están en una maceta o en la tierra misma. No poseen esa conciencia. Para «engañarlas», basta con armarles un entorno propicio, es decir, uno en el que se cumplan todas esas reglas que su clase ha incorporado a lo largo de su evolución. Un entorno que para cada acción devuelva la reacción esperada por la planta. Tierra, agua, luz, aire, algo equivalente a su entorno natural, y éstas se desarrollarán; crecerán, vivirán, se reproducirán y morirán.

Lo interesante es que jamás en ningún momento a lo largo de su ciclo de vida se darían cuenta de que nunca estuvieron en la «verdadera tierra», y por esto podríamos deducir que para todo ser, dentro de su conciencia, el entorno es entorno mientras se cumplan las reglas conocidas. O mismo que no es el entorno lo que importa sino las reglas; lo que esperamos (y necesitamos) de él. Si se cumplen las reglas conocidas, será entonces el entorno esperado.

Puesto de este modo,  así como es fácil «engañar» a una planta en una maceta ¿Quién podría afirmar que nosotros los humanos no vivimos en un entorno cuyo sistema de reglas ha sido perfectamente re-creado para engañarnos? haciéndonos creer que vivimos aquí en el planeta tierra, dentro del cosmos infinito ¿Cómo saber si no estamos dentro de una gran burbuja diseñada y desarrollada para la vida del hombre y el resto de las especies con las que convive? Una gran maceta. Un cultivo a gran escala.

El universo impone a nuestra razón unos límites bien definidos dentro de los cuales existe la vida tal cual la conocemos, y a pesar del incansable esfuerzo del hombre por expandir su conciencia, no sabemos qué hay más allá de unos cuantos cientos de años luz después de nuestro sistema solar.

Allí a donde residen los límites de la conciencia del hombre, donde habrían nuevas reglas aún desconocidas, las que incluso aún no hemos podido experimentar, pueden estar los confines de nuestro entorno artificial. Encapsulados tal como lo está la planta dentro de su maceta.

Y si acaso no fuéramos el cultivo de una inteligencia superior, parece no haber más remedio que creer que la vida de toda especie no es más que un suceso. Algo que sucedió y ya. Como una gran colonia de hongos, gérmenes y bacterias, creciendo hasta reventar en algún refrigerador, cuya única consciencia es el intercambio químico que producen para generar los elementos que le permiten vivir, crecer y sabrá «Dios» por qué, reproducirse incesablemente.

Todos nosotros aquí, en alguna gigantesca pecera a la que llamamos «cosmos». Brotando. Fermentando el suelo que pisamos. Procesando químicos. Generando energía. «Combustiendo» los nutrientes de la bola de tierra que torpemente quedó dando vueltas alrededor de una esquirla más, que casi azarosamente llegó hasta aquí.

Y en el desamparo del sin-sentido y de la vida como un momento efimero y de nadie, la poesía aflora: La misma conciencia nos llama a creer en que somos dueños de una vida: la nuestra. Y nos invita entonces a darle el sentido que cada uno quiera…

Imaginar con libertad, que no hay sentido más que el que uno sienta.

 

Desatando nudos

Posted in Uncategorized on diciembre 14, 2010 by perdidoparasiempre

Yo y mis nudos. ¿Qué voy a hacer con tantos nudos? Desatarlos… uno a uno.

¿Y afuera? ¡Afuera está la vida! ¡El juego y la libertad! ¡La amistad!
Afuera es para sentir. Adentro es para esperar.

Y yo… que quiero sentir. Que ya estoy cansado de esperar.
Que no  quiero más un desencuentro… ya no quiero desatar.

Solo quiero salir. Salir y nada más. Salir, a paso firme, y llevarme puesto el mundo si es necesario. Enredarme entre todos estos nudos. Tropezarme con la propiedad ajena, romper paredes, tirar puertas, abofetear a quien me detenga… lo que sea quiero hacer… menos seguir acá, solo, esperando. Desatando estos… interminables nudos.

«¿Acaso cada nudo encierra una verdad?» – siempre pensé… ¿encontraré en alguno de ellos las razones que justifiquen mis penas, mis lados más oscuros? Mi soledad. Mis diferencias con el mundo.

Pero cuál será el nudo que revele esa verdad. En qué parte de mi se esconde tal preciado secreto, llave de la vida.

¿Qué tanto más me voy a desarmar? Buscando, buscando. A veces desesperado, ametrallado por la ansiedad de salir y vivir. Y sentir.

¿Qué tanto esconde un nudo…?

Y tal vez, al fin, uno de estos días. El más o el menos esperado, decida abandonar esta titánica búsqueda. Tal vez diga «basta, me canse» y me vaya. Yo. Solo. Con todos mis nudos, a  atarme finalmente a la vida.

Amigos de nadie

Posted in Uncategorized on noviembre 9, 2010 by perdidoparasiempre

Sonrisas de carnada. Pescadores que no muestran la cara.

Amistades que duran lo que tarda, una careta en caerse de la cara.

Amistad impura, corrupta y falsa.

Adiós te digo, mi camino es la verdad. Ya no juego contigo a esta farsa.

Malavares y emociones

Posted in Uncategorized on octubre 11, 2010 by perdidoparasiempre

Viva el tercer mundo. Viva la canción.

Viva la alegría, los colores y la ilusión.

Viva el amor a primera percepción.

Viva la verdad; la tierra, el cielo y las estrellas. Viva la imaginación.

Viva todo lo que siento, de las penas al amor.

Que vivan las ideas, que viva la creación.

Viva verte otra vez. Viva tu sonriza.

Viva todo lo maravilloso que veo en vos.

¡Que viva y viva, y que no deje de vivir! Que todo se llena de vida siempre que estás vos.

Malavareando mis emociones ando hoy en este circo, del que ya no me quiero ir más.
Ni muy loco, ni muy cuerdo. Animandome a todo lo que soy.

Y después…?

Posted in Uncategorized with tags , , , on septiembre 27, 2010 by perdidoparasiempre

No se que voy a hacer realmente cuando me muera. Y eso me preocupa mucho.

No se que voy a hacer realmente cuando ya no pueda salir a caminar, mirar, pensar, maravillarme con lo más desestimable.

Desde un picaportes de bronce a lo ordinario de un atardecer en Lomas de Zamora.

En  cada pequeñez, en su insignificancia, hay un viaje al fin del mundo. Como un viaje en submarino, sumergido en las profundidades de lo cooperativamente insustancial.

No se que voy a hacer realmente cuando no pueda volver al teatro, a escribir lo que he pensado, a soñar con el futuro cercano. A irme de aventura, a conocer el mundo, a hacer todo lo que me haga sentir la vida.

Ya hoy se que no me va a alcanzar la vida para todo lo que quiero. Para ir tan profundo o tan lejos como me gustaría.

No se que voy a hacer realmente, y ahora se que debo ser conciente. Ya siento mi cuerpo envejecer. Mis ojos, mi pelo, mi piel. Mis pulmones, mi corazón. No son los mismos de antes.

El tiempo pasa y es la conciencia sobre la experiencia lo único que alivia. Y que justifica, si algo ha de hacerlo.

Saber que la vida es una, que hasta acá ya he llegado, que seguiré tan solo lo que pueda seguir. Que he sentido y se me han metido entre la carne y la sangre tantas cosas, y que no se realmente cuantas más sentiré, pero sí que habrá un “basta”. Un “Stop”. Un final.

La vida se va a terminar, y no me quiero enterar el ultimo día por sorpresa.

Confuso es saber que debo disfrutar ahora sabiendo que no va a haber después persona, lugar, ni contexto para a expresar un: “¡Estuvo genial!”

El cuartito gris

Posted in Teatro with tags , , on septiembre 27, 2010 by perdidoparasiempre

Sala de ensayo. Un músico se prepara en la sala para grabar su obra. Del otro lado del vidrio, en la mesa de grabación, el ingeniero de sonido se encuentra dando los últimos ajustes técnicos para comenzar. El ingeniero se comunica con el músico presionando un boton en la consola y hablando por un microfono. El musico escucha al ingeniero por sus auriculares de retorno.

Ingeniero: Uno dos tres, probando. Uno, dos, tres. Bueno. ¿Listo? ¿Empezamos? Bueno… Dale. ¡Dale!
¿Ves como sos? Me haces preparar todo y después no te animas.
Conecté los enchufes, prendí la consola, puse el micrófono. Todo el circo te arme, artista. ¿Qué necesitas ahora para empezar?
Músico: No se, no me siento bien.
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Demasiado cotidiano

Posted in Uncategorized on septiembre 15, 2010 by perdidoparasiempre

Cotidiano no es vulgar. Cotidiano es la espina en el ojo.

Cotidiano no es simple. Cotidiano es leer entre lineas.

Cotidiano no es obvio. Cotidiano es saber escarvar.

Cotidiano no es ‘a la vista’. Cotidiano es ‘escondite secreto’.

Cotidiano, para el que sepa entender. Sino será solo cuento.

Cotidiano no es el refugio a donde escapas con tus fantasias de locura. Cotidiano es aquí, frente a todo mundo, con fundamento inmediato.

¿Cotidiano? Ni aquí ni allá. En el medio. Pero solo si sabe dar pasitos bien pequeños.

Cotidiano no eres tu burlandote de mi obra. Cotidiano es el cerdo incapaz de ver lo que estoy diciendo.

La jaula en la lluvia

Posted in Teatro on septiembre 14, 2010 by perdidoparasiempre

En la casa viven la mamá y las dos hijas. La mamá está cocinando, en la cocina.
Pica cebolla y habla con las hijas, pero nunca deja de picar vegetales. Nunca desatiende esa tarea.
Pasa Gabriela, la hija menor, con un abrigo puesto y la cartera en  mano, lista para irse.

Mamá: ¿Ya se van?
Gabriela: Si, ya pedí el remis. En un rato llega. ¡Fabiana! ¡Apurate que ya viene el auto! (le grita a la hermana que aun esta en el baño).
Mamá: ¿Entraste a los pajaritos?
Gabriela: ¡Uh, los pajaritos!
Mamá: Gabriela. Desde la mañana que te estoy diciendo que entres a los pajaritos. ¡Con el frió que hace!
Gabriela: Pero ¿Fabiana no los entró? Ella los saco el sábado por que el día estaba lindo.
Mamá: No les das pelota. ¿Para que tenés pajaritos? Estamos a Lunes Gabriela. ¡Y esta lloviendo!
Gabriela: ¡Fabiana! ¿Vos no entraste a los pajaritos? (Grita)
Mamá: Deben estar muertos de frío pobrecitos… Seguir leyendo

La avioneta de Dios

Posted in Uncategorized on septiembre 11, 2010 by perdidoparasiempre

Una avioneta sobrevuela predicando la palabra del señor sobre los cielos de Lomas de Zamora.

Qué simpático. ¿Tan incapaz será Dios que necesita la ayuda de tales insignificantes criaturas?

Por qué no dejan al hombre hacer su trabajo, a su forma… ¡él tiene su plan, señores!. Si él juega de callado, nunca aparece, nunca habla con nadie, por algo será.

Luchan contra su propia ansiedad. ¡Algunos hasta dan manotazos de ahogados! (los observo riendo y comiendo pochoclos recostado en el borde de la pileta).
¡Tranquilos, tranquilos! Que el hombre no aparezca hasta el final no tiene por qué querer decir que no exista. Ni que es todo una fabulación. Ni tampoco que se trata de una historia que nos han inventado, cuyos fundamentos se han vuelto progresivamente más fuertes con el peso de los años. ¡Hay que tener fé! ¿o no?

Dinero, tortura, abusos. Avionetas. Gente sola. Salones de escenografia donde no vive ni un solo espíritu santo. Estampitas de impresión masiva. Caminatas insufribles. Pecado y eterna culpa. Castigo. Duelo. Pena. Dolor.

Un palacio eterno construido en oro para adorar a un dios que sugiere templos de madera.

Sigan mandando sus avionetas… yo no les voy a creer nada.

Lucha cósmica

Posted in Uncategorized on septiembre 11, 2010 by perdidoparasiempre

Una cósmica manta oscura con luces rosaseas y destellos luminosos cubría por completo la galaxia. Desde mi nave interestelar ordene un café con medialunas y me senté, solo, para observar.

A marcha lenta, el sonido de los motores era un suave zumbido que se fundía adecuadamente con el paisaje galáctico.

De pronto, el sonido de botas golpeando el piso me hizo girar mi sillón, y aun con una placida sonriza, vi al capitan Patata frente a mi.

Capitan Patata:  «Señor, el lanzador de frijoles laser esta preparado. Destruiremos al enemigo a su orden».

Patata era obstinado. Por eso era capitan. Pero no podia crear su propio mundo. Por eso necesitaba de mi. El jugaba en mi mundo. El estaba feliz de poder participar en mi juego y hacerlo muy bien.

Yo:  «Contemplare un poco mas el cosmos antes de destruirlo, Patata». Le conteste despreocupadamente.

Capitan Patata: «Como diga señor».

Yo:  «Puede retirarse.» Le dije, con una leve sonriza.

Esa noche quise contemplar el universo. Intimar con él. Era como una charla intima antes de que todo termine. Solos, el y yo. Como un pijama party donde nos miraríamos y lo sabríamos todo.

Lo mire en su infinito y le dije – «Hasta aquí has llegado, viejo lobo escurridizo. Esta vez no hay por donde escapar… estas finalmente atrapado», y verdaderamente lo estaba.

Podia escucharlo jadear, inmóvil. Aceptando su inevitable destino. Sonreí placidamente mientras acababa mi café. En mi interior ya no habia ira sino paz. Tranquilidad.

Esta vez no habia como escurrirse de entre mis garras.

Vacie rapidamente en mi boca lo que quedaba de café. Me limpie la boca del almibar de las medialunas, afirmé el tono y presione el boton verde de mi intercomunicador: «Patata, inicie el ataque…».

«10…9…8…» Lo mire fijo en su infinito. Queria que me viese a los ojos. «7…6…5…». Sentia su temor, como vibraciones que chocaban contra mis fuertes pectorales. «4…3…2…1…». Adios… «0…».